viernes, 20 de febrero de 2015

Le cayó un broncazo

Y no estoy contento conmigo, no.

Ayer, jueves, como viene siendo habitual, a la tarde salimos para estar con Maite y su madre. También estaba mi inseparable (o casi) Mª Antonia. Mientras charlábamos de tonterías y de esas otras cosas que el azar dispone para los perreros, Krispys y Maite se lo pasaban en grande, pelota va, pelota viene.

Incansables, durante mucho rato estuvieron divirtiéndose hasta que llegó la hora de despedirse. Creo recordar que la cháchara vecinal se extendió un poco más, incluso otras personas y animales nos animaron con su conversación y carreras.

Hacía muuuuuuuucho frio y humedad. Normal, es invierno y Barañain. Krispys y yo nos quedamos un rato más ya que durante esa hora larga no tuvo la oportunidad de levantar la patita ni una vez. Y vuelta arriba, vuelta abajo... con pobres resultados.

Continuamos paseando pero había que volver a casa ya que no tenía una de mis mejores tardes. Y así lo hicimos.

Una vez en casa, mientras me cambiaba, el peke se fue, como siempre, a beber agua y escoger un juguete con la intención de seguir jugando juntos. Sin embargo al asomarme al salón, allí estaba.
En medio. Ni se había molestado en acercarse al periódico de "reserva" que todavía está allí. Me puse tremendamente furioso y le solté un berrido propio de los Neanderthales que, si llega a estar la puerta abierta, todavía estaríamos corriendo. El pobre agachó las orejas y se fue enseguida a su rincón de castigo, asustado. Creo que nunca me había visto así.
No me justifico, pero la verdad es que el dolor que tenía en el brazo lo podríamos calificar de algo más que grave, y estaba bastante alterado. Pero también es verdad que el peke podía haber sido más diligente en la plaza.

Ya no se me ocurren muchas cosas. Doy por hecho que más pronto que tarde se controlará y se olvidará de la casa para miccionar. Mientras tanto, voy a poner en práctica un consejo que me han dado para que haga las cosas en su sitio en nuestra casa:







5 comentarios:

  1. Hola amigos. Comprendo k te pongas furioso cuando se hace pipi en casa (pero es tan chiquitin k me da pena.).no tardará en aprender"supongo"........

    ResponderEliminar
  2. ¿Y yo, tan mayor ya, no te doy pena? Tsé, tsé

    ResponderEliminar
  3. TÚ NUNCA ME DAS PENA. PRIMERO PORQUE DE CHIQUITIN NO TIENES NADA, SI FUESES PEQUEÑITO , PELUDO Y CON CUATRO PATITAS, ENTONCES SI PUDIERAS DARME PENA SI TUN AMITO TE REGAÑASE TANTO COMO TU AL CHIQUITIN.

    ResponderEliminar
  4. Buenooo buenooooooooooooo, que me siento como el "pobre" Krispys. No te digo....

    ResponderEliminar
  5. Jope! No se puede decir nada! Valeeeeeeeeeee

    ResponderEliminar