domingo, 8 de febrero de 2015

Sin nieve

Pero por la nieve
Parece mentira. Nevó bastante, hace un frío de mil diablos -ya se ve cómo está el "lago"-, un fuerte viento que nos deja la nariz colorada y el hocico frío frío y seco, y sin embargo, un ratito de sol y desaparece. Y estábamos bajo cero. Parece mentira, y todo seco.

Por mí mejor, pues nos ha evitado todas las guarrerías que nos suele aportar la nieve deshaciéndose poco a poco. Así está mejor.

Antes de ayer estuvo correteando como el niño que es, cuando comenzó a nevar y volvíamos a casa. No pudimos resistir la tentación de quedarnos en la calle: el peke corriendo, saltando, hurgando... y yo con el móvil haciendo lo que podía. Se estaba bien. La nieve, fría y seca, no nos mojaba, y hay que aprovechar que es un cachorrito al que le pueden todavía las ganas de jugar.

Por cierto: Hoy ha estado jugando con Luna, una de sus novias, y la pobre se ha machado harta tras soltarle un par de bufidos. De Pamplona, seguro. La ha mareado dando y dando vueltas a su alrededor.

También ha perseguido sin pausa a la hojarasca arrastrada por el viento: ha huido en cuanto un pato le ha agitado las alas para asustarle, y nos provocaba con sus saltos y carreras sin fin.

Ahora lo tengo aquí atrás, dormidito, y me dejará un rato tranquilo. Ojalá.


No hay comentarios:

Publicar un comentario