Una nueva oportunidad
Había escrito un texto bastante extenso acerca de lo acontecido durante ese día y algunas de las conclusiones a las que había llegado. Sin embargo lo he borrado y creo saber por qué: debía dejarlo rápidamente atrás, y casi lo he conseguido. Casi.
Una serie de circunstancias dieron como resultado que me saliera de la vía, con un par de costillas rotas que no me han molestado absolutamente nada. Pero nada de nada, a pesar de lo que había oído por ahí. Mejor para mí.
Del mismo modo he perdido el coche de vista. A fin de cuentas es lo que estaba deseando y ya había visitado concesionarios. Le había cogido manía porque creo que era el último vínculo que me ataba a un época de muy malos recuerdos. He visto cómo quedó y no me voy a quejar por él.
Una nueva oportunidad de vivir ha llegado. Una nueva oportunidad en la que quisiera descubrir de una vez qué es lo que debo hacer, para qué estoy aquí.
De momento, una nueva promesa que me ha escuchado durante estos meses, decenas y decenas de veces, mi querido Krispys. Y voy a cumplirla, ya que nos va a venir muy bien a los dos.
Ya veremos, porque a la conocida euforia de salir con bien del percance, la salud y el comportamiento de la gente se han encargado de ponerle freno. Lo que tampoco es nada nuevo.
Contaré lo que pasa en mis próximas aventuras caninas.