sábado, 7 de noviembre de 2015

Un año juntos

Unidos

 
Hoy, 7 de noviembre de 2015, nos encontramos con Rosa Vaquero en San Sebastián de los Reyes a fin de acoger en nuestra familia a Krispys de Vaquecan. Llegaba de otra familia que le quería y le mimaba, y sobre mis rodillas llegó a Barañain, durmiendo, soñando y suspirando. Casi tanto como yo y, me atrevo a decir, como mi hermana.

Un año de compañía, de educación y responsabilidad mutua, de cariño, complacencia, momentos felices, muchos momentos felices... algún susto, cómo no. Un año de aventuras, risas enfados, en el que ha ido desarrollando su fuerte físico, con esas patas largas, y también su carácter, fuerte y desafiante, aunque intensamente obediente, a pesar de esos momentos tan abundantes de miedo.

Pienso, banquetes... fruta, carne, verdura, legumbre, pasta, todo le sienta bien. Nos acompaña y disfruta; cuando hemos comido en algún restaurante, en la calle, se ha comportado, refugiándose y envolviéndose a mis pies.
 
No se me olvidará nunca su primer y único día en la playa, hasta el momento. Cómo corría, se revolvía, jugaba en las olas, girando y retorciéndose ante el empuje de las mismas, pero sin soltar el palo de la boca, por supuesto
 
Cómo he llegado a depender tanto de una compañía fiel, que está pendiente de mí, de mi estado de ánimo, que intenta consolarme en todo momento. Con esa mirada, que se convierte en agónica e inconsolable en esos escasos momentos en que he tenido que dejarle sólo, lo que no le impide mostrar su enfado.
 
Será mi último perrito. Su ciclo de vida terminará cuando yo haya alcanzado una considerable cantidad de años y, hoy por hoy, ya no me veo con fuerzas en esos lejanos días. Por ello es tan especial (como lo han sido los demás): Llegó tras unas terribles pérdidas y ningún otro me consolará cuando nos deje.
 
Dependo de él, y no me avergüenza decirlo: Su actitud, su energía, su alegría, su dependencia de mí me ayudan a sobtellevar el día a día, a veces el momento tras el momento. Un año con un principio complicado que dio paso a una euforia inusitada y que con el paso del tiempo me ha devuelto a la realidad.
 
Sin embargo, mi esperanza está puesta en la próxima primavera. Por mi familia, amigos, por Krispys, por mí.

2 comentarios:

  1. Da gusto veros pasear por la plaza y conversar contigo a la vez que juego con Krispys.

    ResponderEliminar
  2. También puedo decir que me encanta veros jugar y conversar contigo cuando te deja menos activo...

    ResponderEliminar