lunes, 7 de noviembre de 2016

Dos años ya

¡Dos añitos de FELICIDAD!
 
Hoy se cumplen dos años desde que Krispys llegó a nuestra vida. Qué lejos parece quedar aquél día en que mi hermana y yo fuimos a recogerle a... ya ni me acuerdo, ¡pero era antes de Madrid!. Allí estaba Rosa, sonriente, con Krispys en su transportín, y nos vinimos a Barañain.
 
Más contento que unas Pascuas,  comenzó ese tiempo que no acaba nunca, porque se inició un día a día, en el transcurso de los cuales Krispys ya no es mi pequeñín sino también el de mi familia, y el inseparable amigo de Kira (qué celosa se ha puesto hoy porque el peke quería... esto...  ¡vamos!, que le atraía fuertemente otra yorki, Estrella. Corretea sin dudarlo y comparte también su tiempo con Sira, Tina y con muchos otros.
 
 
Quienes tenéis un amigo peludo me comprendéis perfectamente. Llegó a nuestra vida para intentar llenar un vacío tremendo. No lo ha conseguido, pero no es culpa suya, porque no lo sabe - o éso creo - ya que Lucas y Simón nunca abandonarán ese rescoldo de culpabilidad que siempre me acompañará. Sobre todo Simón. Krispys juega, Krispys come, Krispys duerme, Krispys me besa. Krispys no se pone encima y no duerme a mi lado si no es por equivocación. Se asusta de cualquier sonido, y eso se debe a que mi casa es más silenciosa que un monasterio de clausura, y se sobresalta a la mínima.
 
Da igual. Hoy recibirá la lasaña que le ha dado mi hermana y que tanto le gusta. No disfrutará porque engulle a una velocidad muy difícil de apreciar, el muy bandido.

Esta noche tendré que abrigarlo, ya que aparte del fuerte frío, se ha levantado ese viento norte tan típico de aquí, y como no tengo nada que lo detenga por los alrededores, más vale prevenir un poco  aunque no recuerdo verle quejarse de frío a no ser que se haya mojado mucho, cosa que hará porque la hierba está muy húmeda.
 
De todas formas, hoy :


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario