viernes, 14 de noviembre de 2014

Hoy le he fallado


Sí, sí. Pobrecito, podría decir, pero no, que se lo ha pasado muy bien.

Esta mañana he estado de médicos y se ha quedado cuidando a mi madre, a la que no le ha quedado tiempo para aburrirse. 

Y después de comer le he dejado durmiendo y me he retirado a seguir con una maqueta, en la que debo concentrarme bastante, y se me ha pasado el rato.

Pero lo mejor de todo es que de repente he sentido que me pegaban con la patita en la pierna, ¿o era al revés?; bueno da igual. Ahí estaba con el ciempiés (un poco cojo ya) en su boca, llamándome al juego y... para el salón me he ido, compartiendo saltos, pequeños grrrrrrrr, carreras y todo tipo de acrobacias que sólo los cachorritos acostumbran a hacer.

Ahora mismo oigo a mi madre hablar con Krispys. Debe ser todavía la hora del juego. Luego tocará la siesta. Conmigo se ha enfadado y, como podéis ver en la foto, se ha marchado a su refugio y ya, ni caso. Anda que no tiene genio el pekeñajo.

Mañana, a vacunar, y ya puede ir preparándose para marcar e paso, con las orejas bien tiesas, a partir del lunes. Si no llueve, por supuesto.  Es tan pekeñínnnnnnnn

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