viernes, 28 de noviembre de 2014

Lo que el viento se llevó

Lo que el viento se llevó...

Ayer comenzó y hoy ha ido a más. Por algo a Barañain se la conoce también como Buenos Aires. Y de la misma manera que en su día el viento trasladó unos cuantos centímetros a Crispis al doblar la esquina de casa, hoy ha hecho lo mismo con Krispys, en la misma esquina. Menudo susto se ha dado.

Pero enseguida se le ha pasado. No ha parado en todo el día, y por cómo ha quedado la casa, tampoco cuando lo he dejado solo a mediodía. Dora volvía a su Barcelona y nos ha invitado a comer. Gracias, Dora.
No os puedo presentar ni una foto ya que es difícil pillarle con el móvil, y hoy no estaba el día para llevar la cámara encima ya que de vez en cuando goteaba o llovía. Otra vez tendrá que ser.

Ahora está más tranquilo. Con ello quiero decir que en cuanto vea que me alejo del pc, se me va a acercar él con la boca llena de peluche.

Mañana tiene cita con la vete, así que alrededor de las 11,00 ya podéis taparos los oídos porque, muy valiente muy valiente (no deja perro sin ladrar, algo que habrá que corregir), pero todavía más quejica.

Hasta pronto. ¡Guau!

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