jueves, 5 de febrero de 2015

Krispys estar pletórico

Y yo feliz, aunque helado

Así es. Parece que disfruta con el frío. En estos días en que están siendo habituales las temperaturas bajo cero, a las que hay que añadir el fuerte viento norte que "disfrutamos" por lo general en Barañain, el pekeño no para.

Bien tieso, con su abriguito, las orejas en alerta, no pierde ocasión, en cuanto divisa en el parque otro perro, en dirigirse hacia él; y si lo percibe atado, comienza a galopar a su alrededor, dando vueltas igual que los apaches con los pioneros del Far West.
Agacha las orejas y corre y corre sin reposo volviendo loco, por lo general, a su víctima. En ocasiones también lo sueltan, y aquello parece una carrera de galgos. Y yo ahí, abrigado hasta más arriba de las orejas, con una sonrisa en mi rostro pálido.

Siempre termino llamándole y atándole, porque si fuera por él, el paseo sería interminable.

Y cuando no hay perrito que asaltar, corre  hacia los montones de nieve helada y se las apaña para conseguir un trocito de hielo. Lo deposita en mis pies, para que se lo lance bien lejos, y vuelve a traérmelo dando saltos y volteándolo para atraparlo nuevamente.

Pero qué frío. Más vale que en casa me espera un caldito caliente y casero. Al menos éso es lo que pone en la cajita.

2 comentarios:

  1. que bien lo describes, es una gozada leerlo

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  2. Pues no es nada comparado con ver la nevada que está cayendo. Gracias, Dora, eres un cielo

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