sábado, 28 de febrero de 2015

La lluvia...

... y los OVDIS


Menudo tiempecito. Cuando no llueve, diluvia. Tenemos que estar vigilantes, y aprovechar los momentos en que el aguacero es más débil para salir a trastear un poco y reírme un montón.

Huyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy..!!! ¡Ahora caigo!: Tenía que haber sacado una foto del sujetador rosa (una 90 parecía) que he encontrado tirado en el césped y hábilmente he colgado de una rama. Es que hay vecinos por aquí de lo más variado, y de lo más guarro también, porque en cuestiones de sexo, se ve que alguno o alguna tiene jarana los viernes e inevitablemente arroja el Durex por la ventana. Y el otro, huesos, pan para las palomas y al que van estos 4 patas peludos, y mil cosas más.

Y no me hace gracia, y menos tras la muerte de Lucas. Así que he intentado, inútilmente, desde el primer día, que ni se acerque (esto es más difícil pues todos son unos curiosones impenitentes) y mucho menos que les pase la lengua, y mucho menos aún que coma. Y hay que verme intentar correr detrás suya, y partirse de risa con el espectáculo.

Y aquí comenzó ayer a entrar en juego el recurso del OVDI (Objeto Volador Debidamente Identificado), que tan buenos resultados me dio con Crispis (una vez le acerté, sin querer, en el cogote y... oye, mano de santo) y más que discretos con Simón y Lucas.
O.V.D.I.
Os juro que es de color negro. Pues este es el OVDI que ha comenzado a volar y aterrizar en las cercanías de Krispys cuando se acerca con culinarias intenciones a todos estos restos, comestibles o no. De momento funciona las más de las veces, y en ocasiones la simple amenaza de verlo en alto le detiene.

Miedo me da cuando perciba que "no tengo puntería" y sale indemne, no sea que me de por "fallar" y acertarle en la testa para que aprenda de una vez, grrrrr... Es bromaaaaaaaaaaaa, pero...

A esperar un ratito. Dentro de poco terminara su siesta, jugaremos y pasearemos. Y, al regresar, sesión de secador. Y le gusta, al muy ladino.

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