martes, 3 de febrero de 2015

Resbalón va, resbalón viene

¡¡¡Y se enfada!!!

Ayer salimos por la mañana y se llevó una desagradable sorpresa. Ni siquiera quería mirarme, como si yo tuviera la culpa.

Me explico: Lo que el día anterior había sido un juego, correteando feliz por la nieve en polvo, se convirtió en una serie de resbalones debido a la helada nocturna, que endureció la capa superior. Y como el peke no es muy pesado, resbalaba sobre ella unas veces y otras hundía la patita, por lo que su marcha devino en un deambular similar al mío :-(


Ahí está, con mil precauciones y seguro que recordando a mi familia y añorando su Vera natal, con su sol, buena temperatura y sin tener que soportar, como me dijo ayer mi querida y estimada vecina (no es coña, la quiero), obedecer a ritmo "de pitido". Buuuuuuuuf...
Por cierto, que antes de ayer noche, con la nieve cubriendo el suelo, cuando regresábamos a casa, no tuvo mejor idea que lanzarme bolas de nieve a traición, con tan buena puntería que le atizó a Krispys de lleno en todo el cogote. Pobrecito.

Y después de esta aclaración sobre las consecuencias de las malas ideas y peores acciones, veremos qué rápido aprende el pekeño a decirme que se ha hartado de resbalar y que pasa de mí completamente:
Así que a casa. 
 
Hoy sigue habiendo pequeñas tormentas de nieve, y las predicciones son pésimas para toda la semana. Semana que había escogido para meterle en la sesera de una vez por todas que nuestro hogar no es el sitio más adecuado para depositar sus múltiples y variados fluidos corporales. Tendré que armarme de paciencia y esperar a que el tiempo mejore algo.

En fin, ya me comprendéis. Que paseis un lindo día. Nosotros nos vamos a revolvernos un poco por el suelo, que lo necesito más que Krispys ;-).

Y quiero mandar un recuerdo para Dora, que se sorprenderá (o no) al leerlo.






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